Disneyland Paris Resort abrió sus puertas el 12 de abril de 1992. Fue el primer resort Disney en Europa y el segundo parque internacional después de Tokio. El resort consta de dos parques temáticos y un complejo comercial y de entretenimiento.
Disney Village es un complejo temático de compras y entretenimiento a pocos pasos de los parques, con restaurantes, bares, espectáculos y un cine.
Disneyland Resort París está conectado con los dos aeropuertos internacionales de París .
Como alternativa, Magical Shuttle opera autobuses a Disneyland desde ambos aeropuertos. El viaje cuesta € 20 para adultos y niños mayores de 7 años, y € 16 para niños de 3 a 6 años (solo ida). Los menores de 3 años viajan gratis. El trayecto dura unos 50 minutos.
Si vive en Francia o en una región cercana (Alemania central, regiones del sur del Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo), una opción es conducir. La red de carreteras francesa es extensa y, a menudo, tranquila. Disneyland se encuentra junto a la salida 14 de la A4 (E50), a unos 35 km al este de París (Porte de Bercy). Sin embargo, le recomendamos llevar efectivo o tarjetas de crédito a mano, ya que las autopistas (autoroute) son de peaje y bastante caras.
En Francia se conduce por la derecha. La duración del viaje a Disneyland París puede variar según la vía de entrada al país, pero desde Calais se puede esperar una media de unas 3 horas.
Esta es la mejor manera de llegar a Disneyland París, ya que cuenta con su propia estación de tren. La estación se llama Marne-la-Vallée Chessy.
El RER A va desde el centro de París hasta Marne-la-Vallée Chessy, con trenes frecuentes que tardan 35 minutos en completar el trayecto. Un billete de metro de París solo es válido en el RER para viajar dentro de la Zona 1 (Disneyland Resort París se encuentra en la Zona 5). Si utiliza un pase Paris Visite, Mobilis o Navigo, asegúrese de que indique Zonas 1-5 y no Zonas 1-3. En cualquier caso, el uso de un billete no válido supondrá una multa de € 25.
El principal atractivo del resort, Disneyland París, abrió sus puertas el 12 de abril de 1992 y está considerado el parque estilo Disneyland más hermoso del mundo. Con 21 atracciones, múltiples espectáculos, un desfile y un espectáculo nocturno de fuegos artificiales, el parque ofrece entretenimiento para todo un día. Sin embargo, lo que lo distingue de otros parques temáticos es su rica y elegante temática, desde edificios y atracciones hasta senderos y tiendas. Tiene forma circular y consta de cinco "tierras" temáticas conectadas a la plaza central, donde se encuentra el castillo.
La primera zona que encuentran los visitantes, Main Street U.S.A., es una calle adoquinada que conecta la plaza de entrada, llamada "Town Square", con el centro neurálgico y el Castillo de la Bella Durmiente. Está ambientada en un pueblo estadounidense de principios del siglo XX, inspirado en la ciudad natal de Walt Disney, y su principal atractivo son sus numerosos restaurantes y tiendas.
Probablemente el lugar más reconocible del parque, Fantasyland se encuentra justo detrás del Castillo de la Bella Durmiente y es el área más grande del parque, con muchas de las atracciones clásicas de Disney. Está ambientado en un pueblo de cuento de hadas europeo y dedicado a los icónicos personajes de Disney como Peter Pan, Pinocho, Alicia y Blancanieves. Todas las princesas Disney también se pueden encontrar aquí, ya sea paseando por el parque o en sus exclusivos encuentros.
En la esquina noroeste del parque se encuentra Adventureland. Un área de temática tropical con fuertes influencias árabes y asiáticas y una pequeña isla en el centro, dedicada a los personajes más aventureros como Jack Sparrow, Indiana Jones y Aladdin y sus múltiples historias.
Situado en la esquina suroeste del parque, Frontierland está inspirado en el lejano oeste. Está basado en la ciudad ficticia de "Thunder Mesa", un pueblo minero estadounidense de finales del siglo XIX en los alrededores de Big Thunder Mountain.
El equivalente al «Tomorrowland» de otros parques Disney, Discoveryland es una visión idealizada del futuro, tal como lo imaginaron pensadores y exploradores europeos como Leonardo da Vinci, H.G. Wells y Julio Verne, con sus edificios retrofuturistas y sus vibrantes colores azul y marrón.
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