Aunque fue descubierta por holandeses y británicos en los siglos XVII y XVIII, fueron los franceses los primeros europeos en establecerse aquí, con la llegada de misioneros en 1837, que convirtieron a la población al catolicismo. El 5 de abril de 1842, solicitaron la protección de Francia tras una rebelión de una parte de la población local. El 5 de abril de 1887, la reina Amelia de Uvea (en la isla de Wallis) firmó un tratado oficial por el que se establecía el protectorado francés. Los reyes de Sigave y Alo, en las islas de Futuna y Alofi, también firmaron un tratado estableciendo un protectorado francés, el 16 de febrero de 1888. Las islas quedaron bajo la autoridad de la colonia francesa de Nueva Caledonia.

En 1917, los tres reinos tradicionales se anexionaron a Francia y se transformaron en la Colonia de Wallis y Futuna, también bajo la autoridad de Nueva Caledonia.

En 1959, los habitantes de las islas votaron a favor de convertirse en territorio francés de ultramar, con efecto a partir de 1961, poniendo fin así a su subordinación a Nueva Caledonia.

Las islas son de origen volcánico, con colinas bajas y arrecifes de borde. El punto más alto es Mont Singavi, a 765 m. El clima es tropical: estación cálida y lluviosa (noviembre a abril); estación fría y seca (mayo a octubre); llueve entre 2.500 y 3.000 mm por año (80% de humedad); temperatura promedio 26.6 ° C.

Wallis y Futuna comprende dos archipiélagos:

Grupo de las Islas Hoorn (también conocido como las Islas Futuna y como Îles Horne) La isla Alofi es la más pequeña de las dos. Según la leyenda, estuvo tan densamente habitada como Futuna hasta el siglo XIX, cuando la gente de Futuna masacró y se comió a la población en una sola redada. Isla Futuna (pop. ~ 5,000) Isla Alofi (deshabitada)

Islas Walis (también conocido como 'Uvea', como es la Isla Wallis) La isla Wallis está rodeada por 15 islas más pequeñas, todas ellas deshabitadas. Isla Wallis (Uvea) (pop. ~ 10,000)

• Mata-Utu: capital del archipiélago, situada en la isla de Wallis, destaca su catedral.
• Leava: en el reino de Sigave, en plena costa occidental de Futuna. Es la tercera ciudad más grande de la isla. Destaca su puerto y su intensa actividad comercial.
• Ono: en el reino de Alo, al sur de Futuna

Uvea tiene 120 km de caminos, muchos de los cuales están pavimentados. Se puede acceder a todos los pueblos principales de Futuna por caminos pavimentados pero accidentados.

No hay autobuses ni servicio de transporte público, por lo que deben de hacerse en coche de alquiler o taxi.

Para desplazarse de unas islas a otras lo mejor es alquilar un velero, no hay barcos de línea regular, solo puede hacerse el viaje a través de barcos mercantes.

La colectividad reconoce tres lenguas oficiales: el francés, el valsiano ('uvean) y el futuniano. Aproximadamente tres cuartas partes de la población de Wallis es bilingüe. Todos los documentos oficiales se redactan primero en francés y luego en la lengua de la isla local.

El inglés no está muy extendido entre la población wallisiana, aunque la mayoría de la población francesa conoce al menos un inglés básico de conversación. Pero, en resumidas cuentas, es muy recomendable llegar con conocimientos de francés.

La actividad turística en el Territorio sigue siendo muy baja. Esto se debe principalmente al aislamiento de las islas Wallis y Futuna, así como a la falta de inversiones exteriores en las islas y al acceso limitado al crédito bancario, esto ha permitido a que el destino esté en un estado excelente de conservación y albergue lugares únicos y solitarios, así como uno de los rincones de la Polinesia donde mejor conservadas están sus costumbres.

A nivel de naturaleza, el archipiélago alberga numerosas playas de ensueño, de aguas turquesas, solitarias, y arenas blancas, todo ello rodeado de vegetación. Los fondos marinos contienen una rica biodiversidad. La isla de Futuna, que es más montañosa, alberga una enorme cantidad de bosques y vegetación muy tupida. El lago Lalolao es un lago ubicado en un cráter volcánico, llama la atención por su perfecta forma circular, y ubicado en un entorno lleno de vegetación y belleza. Es el lago más profundo de las islas, alcanzando los 80 metros de profundidad.

El patrimonio cultural es un recurso muy interesante, ya que alberga desde yacimientos arqueológicos de interés a elementos arquitectónicos de tipo colonial. Talietumu es un yacimiento polinesio, de los primeros pobladores, de gran importancia arqueológica: alberga muros de piedra, así como plataformas de piedra, que muestran la antigua cultura y las celebraciones religiosas de los primeros pobladores. El yacimiento de Tonga Toto, es del siglo XV y contiene los restos de una fortaleza. El santuario del Padre Chanel en Poi, es otro lugar que merece la pena visitar, es el patrón de Oceanía. A nivel arquitectónico existen diversas iglesias coloniales, destacando la Catedral de Mata-Utu, que es la iglesia más grande de Wallis y Futuna, construida en un imponente estilo neogótico, o la iglesia de Male'efo'ou, construida en 1859 al estilo colonial, y que supuso uno de los centros de evangelización de Polinesia. Hay aldeas en las que se respira ambiente polinesio, por su arquitectura tradicional conservada, donde destacan las "fale fono", las cabañas tradicionales polinesias de uso colectivo, para ceremonias y todo tipo de encuentros sociales. Destacan los pueblos de Vaisei y los de Alo, como unos de los mejores conservados.

Wallis y Futuna es uno de los lugares de Polinesia donde mejor conservadas están las costumbres y cultura polinesias:. La artesanía, ritos ancestrales, y sobre todo, la danza, forman parte del pilar del día a día de los isleños. Se bailan por fakahaha'aga (festivales), to'oto'oga (ceremonias o celebraciones) o por puro placer. Algunas de estas danzas son: Eke, Kailao, Tāpaki/Tu'upaki, Niutao o Sasa. El kailao es una de las más espectaculares, y sus orígenes están relacionados con la guerra, es de origen waliana, y es tan popular que se ha exportado a Tonga. Se caracteriza por los hombres, portando bates estilizados (pate kailao), danzan en una forma feroz que simula una pelea, con el acompañamiento de un tambor o percusión de metal que marca el ritmo. A diferencia de la mayoría de las otras danzas de Tonga, el kailao se baila sin entonar. La secuencia de movimientos que es realizada por el grupo es mostrada por el bailarín principal, quien da el nombre de la secuencia, y marca cuando se la debe realizar. Las secuencias pueden incluir combates simulados entre los bailarines, cambios en la formación, y trucos con el pate kailao. La danza muestra la disciplina de los bailarines, obediencia y habilidad con su arma. Por otro lado, la ceremonia del Kava, es otro elemento indispensable de la cultura polinesia que se realiza con frecuencia.

Otro pilar de la cultura polinesia son las Katoagas, que son unas ceremonias, realizadas por acontecimientos políticos, como entronización, acontecimientos sociales, como bodas o funerales, o el 14 de julio en la fiesta nacional. En ellas se producen diversas acciones, entre las que destacan el intercambio de objetos, tales como comida o cestas llenas de dinero. Obedece a un ritual y un protocolo estrictos que han cambiado poco desde la cristianización de Wallis y Futuna en el siglo XIX. Comienza con una misa católica, va seguida de una comida, una ceremonia del kava y danzas interpretadas por los aldeanos, antes de que los alimentos traídos por los habitantes se redistribuyan entre los dignatarios y la población, asignándose cada regalo según el rango de la persona a la que va destinado. Los dignatarios participantes recitan discursos, poemas e historias de tradición oral.

El esnórquel y el buceo son una actividad fundamental gracias a sus aguas cristalinas y fondos ricos en vida marina. La isla Alofi, al encontrarse deshabitada es un lugar idóneo para ello, al igual que los islotes de Nukuhione y Nukuhifala, con un impresionante arrecife de coral.

En las islas existe una enorme afición a la petanca, y es practicada casi en cualquier sitio. Los lugareños están dispuestos a disputar partidas contra turistas.

El senderismo es una actividad muy recomendable de hacer en el archipiélago, existen diversas rutas muy interesantes, como la subida al Monte Puke, que con 522 metros en el pico más alto de Futuna. Se dice que es el refugio de la diosa Finelasi, guardiana de la isla. Otra ruta fundamental es la subida al Monte Lulu Fakahega, con 145 metros de altura, es el pico más alto de Wallis. En la cima hay construida una pequeña capilla y se pueden observar unas vistas realmente espectaculares de toda la isla.

Excelentes maneras de inmersión en la cultura polinesia es participar con los lugareños en sus costumbres y ritos. La ceremonia de la Kava, o en una Katoaga.

El día de San Pedro Chanel (Saint-Pierre-Chanel o localmente Petelo Sanele), es costumbre asar lechones con plátanos.

El taro, el ñame y la batata eran y siguen siendo los alimentos básicos de la mayoría de los isleños. El pescado se consume mucho en los pueblos de la costa de Uvea. Si por alguna razón no hay un hombre en la familia, las mujeres recogen crustáceos comestibles de la laguna. Los cerdos y los pollos se engordan principalmente para las ocasiones festivas.

Por regla general, las familias hacen dos comidas al día. Para desayunar suelen comer pan y beber café. La cena consiste en taro o ñame y pescado (en las islas Wallis) y, a veces, pollo descongelado y ternera hervida. La bebida más común es el té77.

El cerdo, el pollo y la tortuga son un atributo obligatorio de la mesa festiva. También se consume cava y bebidas alcohólicas importadas.

Respecto a bebidas es muy habitual la cerveza y el whisly importados y la Kava.

El agua del grifo no es potable. Hay dos hospitales y tres dispensarios en el territorio.

• Sia Hospital BP 4G, Mata Utu (en la isla Wallis), +681 72 07 00, correo electrónico: [email protected]
• Hospital de Kaleveleve BP 11, Leava (en la isla de Futuna)

La delincuencia sigue siendo escasa en todo el territorio y la seguridad está garantizada por dos puestos de gendarmería, uno situado en Mata Utu y el otro en Leava. Además de estos veinte gendarmes, hay guardias territoriales también bajo la dirección del administrador superior de la isla y que desempeñan el papel de policías municipales.

El Territorio cuenta con una empresa pública de correos y telecomunicaciones (SPT). La empresa distribuye correo en toda la isla, un pequeño número de sellos y servicios de telefonía e Internet. La oficina principal de correos se encuentra en Mata Utu. En Uvea, hay otras dos oficinas en los distritos de Mua e Hihifo. En la isla de Futuna, sólo hay una oficina de correos en Leawe. Al principio, la comunicación postal con las islas se realizaba a través de las ya desaparecidas Nuevas Hébridas o Nueva Caledonia, pero era irregular, dependiendo de la frecuencia con que los barcos hacían escala en las islas. El servicio postal regular no se estableció hasta 1935 mediante carteros en una línea que conectaba Wallis y Futuna con Sydney a través de las ciudades de Port Vila (actual Vanuatu) y Noumea (Nueva Caledonia).

Desde el 22 de diciembre de 2015, Wallis y Futuna cuenta con una red de telefonía móvil, llamada Manuia. Antes de esta fecha, Wallis y Futuna era el último territorio francés de ultramar sin red móvil.

Los ritos tiene un importante valor social, por lo que no debe hacerse burla de ellos.