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Las Tierras del Sur constan de dos archipiélagos casi polares, Iles Crozet e Iles Kerguelen, y dos islas volcánicas, Ile Amsterdam e Ile Saint-Paul. No tienen habitantes permanentes y son visitados solo por investigadores que estudian la fauna nativa y su geología. La población varía entre 150 y 300 habitantes. La porción de las "Tierras Antárticas" consiste en la Tierra Adelia, una delgada porción del continente antártico descubierto y reclamado por los franceses en 1840, y apartado por el Tratado Antártico.
En 2019, los archipiélagos de las islas Crozet, Kerguelen, St. Paul y Amsterdam, fueron incluidos colectivamente como un sitio natural del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
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Las Tierras Australes y Antárticas francesas consisten en unas pocas islas en el Océano Índico que se separaron de lo que entonces era la colonia de Madagascar en la década de 1950.
Este territorio de ultramar incluye Kerguelen con la "ciudad" más grande, Port-aux-Français, las islas de Saint Paul y Amsterdam al este y las islas Crozet al oeste (zona horaria diferente). Aparte de los científicos y una modesta presencia militar, todas estas islas están deshabitadas, también por el clima duro e inhumano.
Oficialmente, Adelia también pertenece a este territorio de ultramar como un reclamo territorial francés sobre la Antártida , pero debido al Tratado Antártico, todos esos reclamos territoriales están congelados. Desde 2007, las "Îles Éparses", algunas islas dispersas alrededor de la Reunión, se han incorporado a los Territorios Australes y Antárticos Franceses, siendo administradas anteriormente por la Isla Reunión.
La Reserva Natural de Tierras del Sur fue fundada en 2006. Cubre todas las partes de la tierra de Crozet, las islas Kerguelen, Saint Paul y Amsterdam, y cubre gran parte de las aguas circundantes. Es la reserva natural más grande de Francia y el humedal protegido más grande de Europa,
El Alto Administrador de las Tierras Australes y Antárticas Francesas es el organismo que gestiona las visitas. Cualquier persona, excepto diplomáticos, que quiera visitar el Territorio debe solicitar un visado, al menos dos meses antes de la visita. Se solicitará en las embajadas u oficinas consulares del país de origen. Otros requisitos para visitar las islas además del visado son:
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El barco de investigación Marion Dufresne se acerca cuatro veces al año al archipiélago. La función del barco es la de dar servicio y reponer víveres del personal de investigación de las islas, por lo que el turismo es secundario. Normalmente no se aceptan más de 12 turistas por viaje. Por otro lado, en ocasiones surgen expediciones para visitar las islas. El viaje es bastante caro, costando 17.000 € viajar en un camarote individual y 8.000€ en un camarote compartido. El barco no presta ningún servicio turístico, únicamente presta los servicios de alojamiento y transporte, aunque a lo largo de la travesía se organizan conferencias en la sala de conferencias, en función de la disponibilidad y/o presencia de especialistas a bordo durante la rotación logística.
El tiempo medio de viaje es de 28 días, siendo 14 de navegación y otros 14 de las propias visitas. El viaje está condicionado por las condiciones climatológicas, por lo que su duración o planificación puede variar, o incluso cancelarse.
En las islas Dispersas hay 4 pequeños aeropuertos.
Para visitar las islas dispersas puede hacerse a través de la rotación de personal a las islas, aunque con menor frecuencia, aproximadamente cada dos años.
Las islas Dispersas pueden visitarse también mediante fondeo de barcos, aunque también es requisito solicitar un visado. Debe pagarse una tasa de amarre y una tasa territorial de estancia. Está completamente prohibida la pesca y circulación por tierra. Únicamente puede fondearse ne los lugares habilitados para ellos, de los cuales habrá informado previamente el Alto Administrador del TAAF.
El acceso de unas islas a otras se hará a través del Marion Dufresne. Para desplazarse del barco a las islas se usará el helicóptero. En las islas la única forma de desplazarse es andando por los caminos sin asfaltar que existen.
Gracias al excelente estado de conservación, el destino es ideal para observar una biodiversidad única: Leones marinos, albatros, elefantes de mar o pingüinos reales, entre otros; muestra paisajes únicos, con antiguos volcanes, formas geológicas singulares, glaciares y, en general lugares esculpidos por el viento y la nieve. En algunas ocasiones pueden observarse auroras australes.
Otros lugares de interés son las ruinas de la estación de ballenas del territorio en Kerguelen, la playa de Ratmanoff, el bosque de Phylica en Amsterdam. En Port-aux-français está la iglesia de Notre Dame du vent, la iglesia más austral de toda Francia.
Al ser Reservas Naturales y Patrimonio Mundial de la UNESCO las visitas habrán de hacerse con sumo cuidado de no dañar el entorno. Todo el recorrido estará planificado por personal del TAAF que actuará como guía. Se visitarán las tres bases científicas de Alfred-Faure (Crozet), Port-aux-Français (Kerguelen), Martin-de-Viviès (Amsterdam). A lo largo de toda la visita se harán numerosas excursiones a pie para descubrir la naturaleza de las islas.
La actividad económica se limita al servicio de las estaciones de investigación meteorológica y geofísica y de las flotas pesqueras francesas y de otro tipo. Las capturas de pescado desembarcadas en Iles Kerguelen por barcos extranjeros se exportan a Francia y Reunión.
Las ovejas se crían en las islas para alimentar a los científicos. Tampoco crece nada más en las islas. Por lo tanto, debe estar preparado para comidas monótonas y repetitivas.
No hay alojamiento público en estas islas, por lo que para alojarse debe planificarse el viaje con mucha antelación (aproximadamente de un año) con el organismo de gobierno de la estación de investigación. El pago del alojamiento deberá incluir a su vez el de la comida y el equipamiento necesario para la estancia. Durante el recorrido las pernoctaciones se harán siempre en el barco, excepto en las Kerguelen y Ámsterdam, donde, tras organizarlo, se podrá dormir en refugios.
Por la orografía, el clima y el estado de conservación de las islas, no hay carreteras. Muchas rutas se harán campo a través, por zonas pedregosas, con lodo, etc-. Por lo que se deberá estar en buena forma física
Es obligatorio contratar un seguro médico para viajar a los Territorios Australes por valor de 30.000€, en caso de repatriación, ay que sería inmensamente difícil y costosa. Los recursos médicos disponibles en cada base y en el Marion Dufresne no son comparables a los de un hospital. Aunque cada médico se ha beneficiado de una formación específica y dispone de equipos adaptados a las condiciones de aislamiento, la capacidad asistencial es limitada.dado que las existencias de medicamentos son limitadas a bordo del Marion Dufresne o de los distritos, corresponde a los visitantes traer su medicación personal para enfermedades conocidas (hipertensión, diabetes, etc.) que se consideren compatibles con una rotación en el TAAF. También es preferible llevar su propia farmacia, sobre todo en caso de mareo.
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