Los repelentes de insectos (usualmente también eficaces contra arácnidos) se presentan en diversas formas, incluyendo lociones y aerosoles que pueden aplicarse sobre la piel, así como otros que se aplican sobre la ropa. También existen dispositivos que generan aromas repelentes, como ciertas espirales antimosquitos y velas de citronela. Algunos repelentes pueden ser tóxicos para humanos o mascotas, por lo que es importante leer las advertencias.

Asimismo, la ropa y el equipo pueden tratarse con repelentes o insecticidas; algunos productos están diseñados específicamente para este uso. Las mosquiteras suelen venir tratadas desde fábrica.

• DEET (dietiltoluamida): es efectivo a concentraciones del 10 % en adelante; su eficacia se estabiliza alrededor del 50 %, siendo el equilibrio entre seguridad y eficacia más óptimo en torno al 30 %. Los repelentes a base de DEET son generalmente los más comunes y eficaces (junto con el icaridina), y están fácilmente disponibles en farmacias, supermercados y tiendas en aeropuertos grandes. Cuando se aplica según las instrucciones, el DEET no debería causar efectos nocivos en la piel, pero no debe inhalarse ni ingerirse. Si necesitas usar repelente por tiempo prolongado, es importante seguir las recomendaciones para minimizar su absorción. Algunas personas son sensibles al DEET. El protector solar puede aumentar su penetración y potenciales efectos secundarios. Además, el DEET disuelve el plástico y puede dañar componentes de dispositivos electrónicos, equipos al aire libre y ropa sintética. Algunas personas también encuentran su olor desagradable.
• Icaridina (también conocida como picaridina): las fórmulas con 20 % de icaridina son tan eficaces como las de DEET, sin sus efectos secundarios, sin olor y sin daños a plásticos ni telas sintéticas. Los repelentes con icaridina son más costosos que los de DEET y están disponibles en menos lugares, ya que son más nuevos. Los aerosoles con icaridina también pueden aplicarse a la ropa, con una duración similar a la que tienen sobre la piel.
• Aceite de eucalipto limón (PMD o p-mentano-3,8-diol): es otra opción para quienes son sensibles al DEET. Se considera el más potente entre los repelentes de origen vegetal, y algunos estudios lo equiparan al DEET en cuanto a eficacia, aunque su efecto dura menos tiempo. Tiene un fuerte olor cítrico, pero sin el toque químico penetrante del DEET.
• Otros repelentes herbales o de origen vegetal también están disponibles, pero su eficacia es muy limitada.

Aunque los repelentes e insecticidas deben ser seguros para el uso humano si se siguen las instrucciones, siempre es recomendable tener precaución. Lávate las manos después de manipularlos, evita el contacto con los ojos y la boca, no los apliques en exceso en orejas, ni en calcetines o ropa interior. Los niños no deben manipular repelentes; un adulto debe aplicárselos y evitar hacerlo en sus manos. A diferencia del protector solar, el repelente debe aplicarse solo en una capa ligera.

Al igual que el protector solar, los repelentes pierden su eficacia si no se reaplican cada pocas horas, y con mayor frecuencia si se nada, se suda o se moja con lluvia, dependiendo del producto.

Las espirales antimosquitos, generalmente a base de permetrina (por lo tanto, son pesticidas más que repelentes), ofrecen una protección eficaz de hasta 8 horas en espacios de hasta 30 metros cúbicos (una habitación pequeña). Suelen venir con pequeños soportes: se dobla la parte central hacia arriba, se inserta el centro de la espiral en la punta metálica, se enciende el otro extremo con una llama hasta que prenda, luego se apaga la llama y se deja que el extremo se consuma lentamente. El principal riesgo de estas espirales es el riesgo de incendio: colócalas sobre un plato cerámico u otra superficie resistente al fuego y apágalas antes de salir o dormir. El olor suele desaparecer rápido de la ropa y pertenencias. Para uso en interiores, también existen dispositivos eléctricos que dispersan un insecticida y/o repelente en el aire.

Las espirales y repelentes a base de permetrina y piretroides son tóxicos para los gatos, por lo que quienes viajan con estas mascotas deben considerar otros métodos contra los mosquitos.

También existen dispositivos eléctricos ("matainsectos") que atraen a los insectos y los eliminan. Pueden reducir la molestia en balcones o terrazas, aunque no completamente. La mayoría utiliza luz para atraer a los insectos, lo cual no es eficaz contra los mosquitos.

La permetrina es un insecticida utilizado para tratar telas. El equipo tratado con permetrina es común entre viajeros profesionales —militares, voluntarios del Cuerpo de Paz, trabajadores de ONG, etc.— y es una opción que muchos otros viajeros deberían considerar. Las telas se impregnan frecuentemente sumergiéndolas en una solución de permetrina, aunque también hay aerosoles disponibles. Algunas prendas, mosquiteras y tiendas vienen tratadas desde fábrica. Tras aplicar el tratamiento, deja secar la tela durante 24 a 48 horas antes de empacarla.

El piretro es un insecticida natural extraído de flores de crisantemo, usado durante siglos, especialmente en Japón. La permetrina es el compuesto sintético más común de los relacionados con el piretro. Ambos tienen efectos similares y son ampliamente utilizados, aunque los vendedores de piretro afirman que sus productos naturales son más seguros. En este texto usamos "permetrina" como término general, pero las recomendaciones se aplican también al piretro y a otros compuestos sintéticos similares.

Un pesticida puede eliminar los insectos que logren entrar pese a mosquiteros o pequeñas grietas. Al aire libre, los pesticidas son menos eficaces, ya que matar algunos no impide que otros te piquen.

La permetrina mata a todos los tipos de artrópodos —tanto insectos (de 6 patas), como mosquitos o piojos, como especies de 8 patas, como garrapatas, ácaros y arañas—, pero no los repele, por lo que suele usarse en combinación con un repelente. Lo habitual es aplicar permetrina en la ropa y equipo, y usar repelente en la piel expuesta.

En la mayoría de la ropa, una sola aplicación de permetrina puede resistir varios lavados. La ropa tratada debe lavarse por separado; se recomienda lavado a mano y secado al aire. Algunos fabricantes de ropa tratada de fábrica aseguran una duración de hasta 70 lavadas, y un estudio de Consumer Reports de 2016 encontró que la eficacia solo se redujo ligeramente después de 25 lavadas. Un fabricante de aerosoles para aplicar en casa afirma que el efecto dura unos seis lavados.

Consumer Reports también descubrió que una camisa tratada con permetrina fue menos eficaz contra las picaduras que una camisa normal rociada con DEET, ya que a veces los insectos lograban picar antes de morir. No obstante, en el estudio las camisas estaban tensadas para eliminar variables; en el uso cotidiano, al estar sueltas, el resultado podría variar.

También se suelen tratar otros artículos como tiendas, mosquiteros o cortinas, ya que la permetrina mata a los insectos que se posan sobre ellos. Tratar tu mochila puede prevenir que transportes chinches. El efecto dura alrededor de seis semanas si está expuesto al sol y la lluvia, o hasta seis meses en interiores. El tratamiento no funciona bien en superficies no porosas, como el cuero.

El tratamiento de telas con permetrina está aprobado como seguro en algunos países, donde marcas como Sawyer son comunes. En Canadá, hasta mediados de 2019, había ropa tratada disponible, pero no tratamientos caseros, según la información más reciente. Consulta las recomendaciones para usar permetrina de forma segura.

La permetrina es tóxica para peces y otros animales de sangre fría, y su forma líquida (no así la ropa tratada) es peligrosa para los gatos, por lo que se debe tener precaución. Es bastante persistente en el agua y el suelo, así que hay que evitar contaminar el medio ambiente. En cuanto a los insectos y otros artrópodos, mata sin distinción, no solo a los mosquitos y garrapatas que se desean evitar.

Debe evitarse la sobreexposición; no se recomienda tratar prendas como calcetines o ropa interior, y la permetrina no debe aplicarse directamente sobre la piel. (Se utiliza en champús contra piojos, pero en ese caso se enjuaga inmediatamente). Como con cualquier compuesto potente, usa guantes y trabaja en un área bien ventilada al aplicarla. Dado que es perjudicial para los ecosistemas acuáticos, ten cuidado al desechar residuos o excedentes.

Las hormigas negras comunes representan principalmente un problema porque invaden los alimentos. Sin embargo, existen tipos de hormigas que pueden provocar encuentros incómodos o incluso peligrosos. Los tres tipos de hormigas que pueden picar son:

• Hormigas toro — alrededor de 90 especies australianas endémicas de Queensland, Nueva Gales del Sur y Nueva Caledonia. Se caracterizan por sus cuerpos delgados de entre 15 y 40 mm, ojos grandes y mandíbulas largas.
• Hormigas de fuego — 285 especies en todo el mundo, típicamente de cuerpo negro-rojizo y tamaño entre 2 y 6 mm.
• Hormigas ponerinas — unas 1,600 especies en todo el mundo, reconocibles por una "cintura" muy estrecha y gran tamaño corporal.

Las picaduras de hormigas pueden ser realmente dolorosas. Caminar accidentalmente sobre un nido de hormigas de fuego puede convertirse en una experiencia traumática, especialmente para niños pequeños. Y aún peor: no te cambies de ropa sobre un nido. Aunque duelen, las picaduras suelen desaparecer solas en un par de días. En caso de múltiples picaduras, puede aplicarse hidrocortisona o aloe vera de forma tópica, o tomar antihistamínicos por vía oral. Algunas personas alérgicas pueden sufrir choque anafiláctico, una condición potencialmente mortal.

Estos diminutos insectos suelen esconderse debajo de las camas o en muebles, saliendo por la noche para alimentarse de la sangre humana, sin que la víctima note la picadura en el momento. Las infestaciones pueden encontrarse en casi cualquier parte del mundo, no solo en alojamientos económicos. Su presencia ha aumentado debido al crecimiento del turismo internacional y a la resistencia a insecticidas.

Las picaduras pueden pasar desapercibidas al principio, pero en algunos casos causan erupciones, reacciones alérgicas u otras irritaciones cutáneas. Algunas personas no presentan síntomas y no se enteran de que fueron picadas. Si te alojas en un lugar económico y notas un ligero olor a frambuesas podridas o encuentras pequeñas picaduras rojas en fila sobre tu piel por la mañana (especialmente en grupos de tres), considera cambiar de alojamiento. Toma precauciones revisando las esquinas del colchón en busca de puntos negros (heces de chinches) o restos de insectos. Pueden esconderse en costuras de colchones, grietas, maletas, vehículos, muebles, enchufes, y hasta laptops.

Evita llevártelos a casa. Al llegar a un nuevo hospedaje, revisa la cama antes de meter las maletas y mantenlas en un soporte elevado o en la tina. Cuelga la ropa o mantenla en la maleta, nunca sobre el suelo. Hasta un 5 % de las habitaciones de hotel podrían estar infestadas. Una empresa de fumigación aconseja no sentarse en transporte público, revisar sillas, asientos de avión y colchones de hotel, y aspirar tu cama en casa una vez al mes. Evita desempacar en lugares susceptibles y lava tu ropa de repuesto antes de que los bichos se escondan. Tras visitar un lugar infestado, revísate los zapatos al salir, cámbiate de ropa en el garaje y pon la ropa usada directamente en la secadora fuera de casa.

Las telas tratadas con permetrina matan chinches. Tratar el exterior de tu saco de dormir puede protegerte parcialmente, y tratar tu mochila puede prevenir que lleves chinches contigo.

Si logran llegar a tu casa, eliminarlos es difícil, ya que pueden sobrevivir hasta un año sin alimentarse. Los tratamientos incluyen: calentar la habitación a 50 °C durante más de 90 minutos, pasar la aspiradora con frecuencia, lavar la ropa a altas temperaturas y aplicar pesticidas.

Las personas alérgicas a las picaduras deben actuar con mucha precaución, ya que una sola puede ser mortal. Consulta con tu médico sobre llevar un autoinyector de epinefrina (epi pen) para primeros auxilios, que debe ser seguido de atención médica inmediata. Para quienes no son alérgicos, las picaduras pueden ser muy dolorosas, pero rara vez causan complicaciones serias, salvo que se produzcan en la garganta o en la boca, o provengan de un enjambre entero. Algunas especies, como el avispón gigante asiático (encontrado en Japón, Corea y China), pueden ser peligrosas incluso para personas sin alergias.

Las abejas pueden salir en enjambre a defender su colmena, pero individualmente suelen ignorar a los humanos, ya que picar significa morir para ellas.

Las avispas y avispones son más propensos a picar porque pueden hacerlo múltiples veces. Las más comunes son las avispas amarillo y negro, conocidas como yellowjackets. Generalmente no pican sin motivo, pero si estás comiendo al aire libre y deciden que quieren tu comida o bebida, lo mejor es dejársela.

Las moscas sírfidas imitan a las avispas, pero son completamente inofensivas. Son más pequeñas y se distinguen fácilmente por su comportamiento de vuelo: suelen quedarse suspendidas en el aire por unos segundos. Suelen verse en zonas con muchas flores, ya que se alimentan de polen y néctar.

Las orugas de las polillas gigantes sudamericanas (Lonomia) son altamente tóxicas: basta con apoyarse contra el árbol equivocado para sufrir una picadura mortal.

Los pelos de algunas otras orugas y polillas también pueden causar reacciones alérgicas y una dermatitis por contacto, conocida como lepidopterismo. Una especie común en Europa es la procesionaria del roble (Thaumetopoea processionea), cuya presencia se ha extendido por el cambio climático. Son difíciles de eliminar, y los esfuerzos se concentran en parques y zonas residenciales. En áreas rurales o boscosas, los nidos pueden pasar desapercibidos. Si viajas a zonas de riesgo en primavera o inicios de verano, evita los robles con orugas peludas. Si entras en contacto accidentalmente, cámbiate de ropa cuanto antes, lava tu piel y cabello, y consulta a un médico si notas irritaciones.

Los ciempiés tienen cuerpos largos segmentados, muchas patas y un par de antenas. Pueden morder, aunque solo los grandes logran penetrar la piel humana. Su veneno puede ser peligroso para los niños y causar choque anafiláctico en personas alérgicas a picaduras de abejas. Para los demás, las mordidas de los ciempiés grandes son dolorosas pero, por lo general, inofensivas.

Los milpiés, de aspecto similar, son inofensivos para los humanos. Tienen dos pares de patas por segmento, a diferencia de los ciempiés que tienen un par por segmento lateral.

Los chiggers, también llamados ácaros de la cosecha o ácaros de las bayas, son ácaros casi microscópicos cuyas larvas pican a humanos y animales, causando picazón intensa. Actúan de manera similar a las garrapatas, habitando en pasto alto y zonas boscosas descuidadas, donde esperan adherirse a un huésped adecuado. Afortunadamente, no transmiten enfermedades tan fácilmente como las garrapatas y se desprenden fácilmente de la piel, por lo que son más molestos que peligrosos. Para evitar su contacto, usa pantalones y mangas largas y evita caminar por pasto alto.

Las cucarachas son portadoras comunes de enfermedades y, sin duda, no querrás tocarlas ni permitir que entren en contacto con tus alimentos. Muchas personas son alérgicas a las cucarachas, y esta alergia es una de las principales causas de asma en zonas con grandes infestaciones, como en algunos barrios pobres de ciudades estadounidenses. En ciertas partes del mundo, como Tailandia, existen cucarachas grandes conocidas como "chinches de agua" que son consideradas una delicia gastronómica y se venden en los mercados para el consumo humano.

Las pulgas son pequeños insectos parásitos que se alimentan de sangre y pueden ser una gran molestia tanto para humanos como para animales. Suelen encontrarse en ambientes con animales domésticos o salvajes, y sus picaduras causan picazón intensa, a menudo en grupos o líneas. Aunque no todas transmiten enfermedades, algunas especies pueden propagar parásitos o bacterias. Evita sentarte o acostarte en alfombras o camas en mal estado y lava con frecuencia la ropa de cama si sospechas de infestación.

Es útil informarse sobre qué tipo de moscas son comunes en el lugar que visitas. Las moscas domésticas pueden propagar infecciones y son contaminantes frecuentes de alimentos. En algunos países, la exposición a residuos y basura al aire libre aumenta su peligrosidad debido a los patógenos que transportan.

Algunas especies de moscas pican, pero a diferencia de los mosquitos hembra, no dependen exclusivamente de la sangre, por lo que pueden simplemente molestarte sin llegar a picar. Sin embargo, algunas como las tábanas (horseflies) tienen picaduras muy dolorosas, y en ciertas regiones, las moscas negras (black flies) pueden ser una verdadera plaga.

Peor aún, existen moscas realmente peligrosas, como la mosca tsé-tsé, que transmite la enfermedad del sueño, responsable de la muerte de decenas de miles de personas cada año en África oriental. En Australia, algunas especies de moscas no pican pero se agrupan en enjambres, haciendo muy difícil realizar cualquier actividad sin tener que apartarlas del rostro constantemente. Por eso, en ciertas zonas del país es común usar redes para la cara o sombreros con protección como parte del atuendo habitual.

Las mosquitas mordedoras diminutas, conocidas como "midges", también pueden encontrarse en regiones remotas de las Tierras Altas de Escocia, Europa del Norte, Escandinavia y Rusia.

Los piojos son insectos sin alas que viven como parásitos en los humanos y se alimentan de sangre. Existen diferentes tipos: el piojo de la cabeza, del cuerpo y del pubis. Se propagan por contacto cercano o al compartir objetos personales como peines, sombreros o ropa. Las infestaciones pueden causar picazón intensa e irritación en el cuero cabelludo o la piel. Aunque no suelen transmitir enfermedades graves, requieren tratamiento inmediato con lociones específicas o champús pediculicidas.

El término ácaro se usa para una amplia variedad de criaturas de ocho patas, incluyendo tanto a las garrapatas como a los chiggers.

Uno de los más conocidos es el ácaro rojo (Dermanyssus gallinae), que se alimenta principalmente de aves, pero que puede infestar a los humanos, especialmente si hay palomas urbanas o aves de corral en patios traseros.

La mayoría de los ácaros no representan un riesgo para la salud humana, pero algunos son plagas importantes en otros contextos. Por ejemplo, el ácaro Varroa es una seria amenaza para las abejas melíferas, afectando la polinización y la producción agrícola a nivel global.

Los mosquitos están presentes en casi todo el mundo, especialmente en zonas húmedas y pantanosas. En muchas regiones tropicales, los mosquitos pueden transmitir malaria, dengue, virus del Zika o fiebre amarilla. En otras zonas templadas, pueden propagar enfermedades como el virus del Nilo Occidental. Incluso donde no transmiten enfermedades, las picaduras pueden resultar molestas, ya que provocan picazón durante varios días. Con el tiempo, el cuerpo se acostumbra, por lo que los habitantes locales suelen sentir menos molestias.

La prevención es mejor que la cura: cubre brazos y piernas lo más posible y usa repelente en la piel expuesta, especialmente durante las horas de mayor actividad, que van desde varias horas antes del atardecer hasta poco después del amanecer. En zonas con muchos mosquitos, pueden usarse sombreros con red, que se colocan sobre la cabeza y se empacan fácilmente. También se recomienda el uso de mosquiteros o mallas antimosquitos en las áreas de descanso.

Se han hecho afirmaciones sobre dispositivos ultrasónicos que supuestamente repelen mosquitos, pero no hay evidencia confiable que respalde su efectividad.

En zonas con problemas de mosquitos, se recomiendan las siguientes precauciones:

• Ropa de manga larga y pantalones largos, preferiblemente holgados y de colores claros
• Usar ropa blanca o de colores brillantes — el negro atrae más a los mosquitos
• Evitar perfumes y productos perfumados, ya que pueden atraerlos
• Usar mosquiteros sobre camas, hamacas o sacos de dormir
• Utilizar sombrero con red, que cubra el rostro y el cuello
• Permanecer en el interior durante el amanecer y el atardecer, momentos de mayor actividad
• Aplicar repelente (en crema o aerosol) tanto en la piel como en la ropa

Duerme en habitaciones donde se puedan cerrar puertas y ventanas (con aire acondicionado si el calor lo requiere), o que cuenten con mosquiteros en las ventanas. Antes de confiar en ellos, revisa que no tengan agujeros y sé rápido al cerrar la puerta en las noches. Encender un ventilador puede ayudar, ya que el aire en movimiento dificulta que los mosquitos se posen. Si hay pocos en la habitación, podrías intentar matarlos manualmente, pero es común que algunos salgan de sus escondites diez minutos después de que apagas la luz y te metes en la cama… por enésima vez.

La mayoría de los aparatos electrónicos para insectos (bug zappers) no son eficaces contra los mosquitos, ya que estos no se sienten atraídos por la luz. Existen modelos que emiten dióxido de carbono o octenol (presente en el aliento de los mamíferos), que sí los atraen.

Un método fundamental para controlar la población de mosquitos es eliminar el agua estancada donde se reproducen. No necesitan mucho: incluso un poco de agua en la base de una maceta puede ser suficiente. En algunos países se imponen multas por tener agua estancada en propiedades privadas; este es uno de los motivos por los que Singapur es de bajo riesgo para dengue y malaria.

Al acampar, evita instalarte cerca de zonas con agua estancada. Los terrenos más elevados y con viento suelen tener menos mosquitos. Si duermes al aire libre o en interiores sin mallas protectoras, usa un mosquitero tratado con permetrina. Los mosquitos son muy persistentes y buscarán la forma de alcanzarte, así que asegúrate de que el mosquitero esté bien asegurado bajo tu cama o colchoneta.

Aunque sus telarañas pueden resultar molestas, la mayoría de las especies de arañas no son peligrosas para los humanos. Algunas, como la araña cazadora (huntsman), pueden dar una mordida fuerte, pero no son venenosas.

Entre las pocas especies verdaderamente venenosas, como la araña de embudo de Sídney o la viuda roja australiana (redback), los casos mortales son extremadamente raros. Las mordidas suelen ocurrir por accidente. Si te muerde una, intenta capturarla (o tomarle una foto) para facilitar la identificación y busca atención médica inmediata.

En América del Norte, las especies más peligrosas son la viuda negra (negra con una forma de reloj de arena rojo en el abdomen) y la reclusa parda (brown recluse), cuyas mordidas pueden ser graves. Aunque rara vez son mortales, requieren atención médica urgente. Estas arañas son muy tímidas y normalmente no atacan a menos que se sientan amenazadas.

Para evitar encuentros accidentales con arañas, ten cuidado donde metes las manos o los pies descalzos. Sacude zapatos y ropa que no hayas usado recientemente.

Garrapatas (Ixodida): son pequeños arácnidos de ocho patas que se alimentan de animales de sangre caliente, incluidos los humanos. Viven en la hierba o arbustos y se enganchan a cualquier mamífero que pase cerca. Las garrapatas jóvenes, llamadas ninfas, son casi invisibles a simple vista, pero al alimentarse de sangre pueden crecer hasta alcanzar el tamaño de una cabeza de alfiler.

Son uno de los parásitos visibles más comunes en zonas templadas, como Europa y América del Norte, aunque también pueden encontrarse en regiones tropicales, como en la selva amazónica. En Australia, las garrapatas de canguro son muy comunes y es importante revisarse en zonas frecuentadas por estos animales.

Las garrapatas son una molestia habitual en actividades al aire libre, sobre todo al hacer senderismo o al viajar con mascotas. En algunas partes del mundo, ciertas especies pueden transmitir enfermedades graves:

• Encefalitis transmitida por garrapatas (TBE) — Presente en regiones templadas de Europa y Asia. Es una enfermedad grave que puede requerir hospitalización y resultar mortal. No tiene tratamiento específico y solo se aplica terapia sintomática. Existe una vacuna preventiva, recomendada si se planea permanecer en zonas de alto riesgo por tiempo prolongado.
• Enfermedad de Lyme (borreliosis) — Común en gran parte de EE. UU. y Europa. Puede manifestarse con un anillo rojo en la piel, aproximadamente una semana después de la picadura, aunque no siempre aparece. Si se detecta temprano, es fácil de tratar con antibióticos. Si no se trata, puede causar síntomas graves y duraderos, difíciles de curar.
• Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas (RMSF) — Presente en gran parte de América del Norte, Central y partes de Sudamérica. Es una infección bacteriana que responde bien a los antibióticos si se trata a tiempo. Comienza con fiebre alta y dolor de cabeza intenso, seguido de un sarpullido que suele aparecer en muñecas y tobillos. Sin tratamiento, puede ser mortal.
• Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF) — Presente en África, los Balcanes, Medio Oriente, Rusia, Ucrania e incluso hasta la India. Es una enfermedad grave con una tasa de mortalidad de hasta el 40 % si no se trata rápidamente. Requiere hospitalización inmediata. Existen tratamientos efectivos, pero las vacunas preventivas aún están en fase experimental.

Además, la picadura de algunas garrapatas puede desencadenar una alergia al alfa-gal, un azúcar presente en la carne de mamíferos (excepto en simios, monos del Viejo Mundo y humanos). Al ingresar este azúcar en el cuerpo humano, el sistema inmune reacciona con fuerza. Las personas afectadas desarrollan una alergia que puede manifestarse entre 3 y 8 horas después de consumir carne roja, leche o gelatina. Esta alergia no afecta al pollo ni al pescado, y en algunos casos puede desaparecer con el tiempo si no se sufren nuevas picaduras.

Si ves un escorpión, procede con precaución. En el mejor de los casos, una picadura de escorpión puede resultar muy dolorosa. En el peor, en ciertas regiones del mundo, puede ser mortal. Los escorpiones no suelen atacar a humanos sin provocación, ya que prefieren presas más pequeñas, pero hay que respetar su espacio y evitar cualquier riesgo.

Si viajas a zonas donde los escorpiones son comunes:

• Evita dejar maletas o bolsos abiertos por la noche.
• Sacude tu ropa y calzado antes de ponértelos, especialmente si han estado en el suelo o al aire libre.
• No introduzcas las manos en huecos, entre piedras o debajo de troncos, donde podrían esconderse.

Tomar estas precauciones te ayudará a reducir significativamente el riesgo de un encuentro desagradable con estos artrópodos.

Aves como palomas, gorriones, gaviotas y cuervos pueden convertirse en una molestia en ciudades y zonas turísticas, ya que roban comida a los visitantes, ensucian con sus excrementos y pueden propagar enfermedades. En algunos lugares, las gaviotas han perfeccionado esta técnica como si fueran delfines entrenados: pueden arrebatarte una hamburguesa o un helado justo cuando vas a darle un mordisco, mientras los desesperados dueños de cafeterías intentan, sin éxito, instalar todo tipo de dispositivos disuasorios.

No dejes alimentos sin vigilancia. No alimentes aves fuera de su hábitat natural ni con dietas inadecuadas.

Artículo principal: Medusas

Las medusas se encuentran en todo el mundo y presentan una gran variedad de formas y tamaños. Algunas son inofensivas, pero muchas son venenosas y pueden picar al contacto. Algunas especies pueden ser mortales para los seres humanos, por lo que es fundamental actuar rápidamente ante una picadura.

Las sanguijuelas suelen encontrarse en ambientes húmedos. Se adhieren al pasar rozando plantas o al pisar charcos, buscando piel expuesta para extraer sangre. Después de alimentarse durante unas horas, se desprenden solas.

Las picaduras no suelen ser dolorosas y rara vez generan complicaciones graves. Sin embargo, la herida puede infectarse y los intentos inadecuados de retirar una sanguijuela pueden dañar la piel.

Aplicar repelente con DEET en las piernas, zapatos y calcetines es una de las mejores medidas preventivas.

Ratas, ratones y otros roedores son tan prolíficos como los humanos. Las ratas han colonizado el mundo durante siglos como polizones en barcos. Estos animales generan problemas al comer alimentos humanos, defecar en lugares inadecuados y roer ropa y equipo.

A prueba de roedores, un edificio puede resultar difícil de proteger, por lo que los excursionistas deben evitar dejar restos de comida cerca de zonas de campamento o refugios, y almacenar los alimentos adecuadamente para que no atraigan a estos animales.

En algunas regiones, las ratas pueden entrar a los edificios por el inodoro. Asegúrate de que la trampa esté llena de agua y mantén la tapa cerrada. Nunca deseches comida (ni siquiera en mal estado) por el inodoro, ya que esto puede atraerlas.

Las ratas también pueden transportar otras plagas, como las pulgas, muchas de las cuales son portadoras de enfermedades. Un ejemplo histórico es la peste bubónica o “peste negra”, que mató a más de la mitad de la población europea en el siglo XIV. La enfermedad se propagó mediante piojos o pulgas, que posiblemente venían de las ratas.

Hoy en día, la peste es prácticamente desconocida en países desarrollados y suele curarse fácilmente con antibióticos, si se detecta a tiempo. No obstante, ha habido brotes en el siglo XXI en regiones como Madagascar y zonas rurales de China, y algunas cepas resistentes a antibióticos han sido reportadas. Existe una vacuna, pero su uso es limitado y su eficacia no está bien comprobada.

Las serpientes se tratan en nuestro artículo sobre Serpientes peligrosas.